Mientras escucho a Tom Waits y suspiro cómo un niño pequeño, con todo ese sentimiento que no puede dejar escapar mi alma . . . reflexiono muchas cosas.
No sé si es casualidad que el post anterior tratara de un perro y ahora me encontrara con este cortometraje documental de Eliot Rausch "Los últimos minutos de Oden" retrata un minúsculo pero monumental fragmento en la vida de Oden un perro sufriendo por el cáncer carcomiéndole, un dueño que prefiere evitarle el dolor antes de ver a su amigo morir lastimeramente. Confieso que me vuelvo sentimental cuándo se trata de estos seres maravillosos y porque al igual que Jason Wood tengo miedo qué un día se muera el ser más desinteresado para brindarme su fiel amparo.
Es notoria la fé en Wood personaje principal y amigo del director, el redescubrimiento de los humanos a través de un animal y la iluminación en sentido figurado.
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